viernes, 26 de abril de 2013

Carta Póstuma a un Proyecto asesinado

Sea como fuere, nuestras experiencias previas determinan nuestras decisiones futuras.

Y nuestras experiencias educativas en diversos centros gallegos de referencia nos permiten hablar sin que nos tiemble la voz a la hora de explicar las decisiones por las que decidimos desescolarizar a nuestro hijo, después de una cuidadosa búsqueda que nos llevó hasta el profundo, experiencial y EDUCATIVO proyecto de Alicia López Pardo en la escuela rural de Vixoi.

Su jubilación inesperada por una necesidad de compromiso más extenso y de mayor calado para compensar y contrarestar las actuales políticas des-educativas, nos hizo toparnos con el asesinato educativo de un proyecto de vida, de tantas ilusiones y energías (sangres, sudores y lágrimas...), sociointergeneracional, experiencial, cultural, conectado con la Vida, del niño, de su tierra, de su gente.

Un proyecto reconocido en Europa y enterrado en Galicia.

Por estos motivos, por la pérdida de la ilusión por conocer y aprender de nuestro hijo, su desgana, su espontaneidad a la deriva, por esa chispa desaparecida en su mirada... decidimos -junto con él- de buscar otra opción educativa REAL, para el Niño, el principal protagonista.

Así se lo hicimos saber a la dirección del centro (y así quisiéramos compartirlo, para honrar y mantener presente los esfuerzos de una Maestra por "llevar a la luz" a unos niños, como por denuncia de la apatía y desidia instaurada por los responsables educativos que sepultan con su ignorancia la experiencia de una vida):



A la atención de la Direción Educativa correspondiente.

Buenos días,

Somos Eduardo y Carla y nos ponemos en contacto con usted para, tal y como me relató por teléfono, dar de baja a nuestro hijo, alumno del CRA de Vixoi.

Los motivos de esta baja son la total falta de continuidad con el anterior proyecto pedagógico que dirigía la anterior maestra Alicia, y que la profesora sustituta de este curso 2012 - 2013, no ha tenido a bien continuar. Entre nuestros motivos de retirar a nuestro hijo del centro se encuentran:

1. Sustituir el aprendizaje experiencial y de la vida cotidiana por un aprendizaje basado en TICs y pantallas digitales (es evidente que un cerebro de un niño de tres años -y hasta los 7 si me apura-
necesita "meter las manos en la tierra y sacar la patata" y no ver la patata en una pantalla ni manejar con "dedos mágicos"). Un aprendizaje sensorial se circunscribe en nuestro cerebro favoreciendo y facilitando la creación de conexiones neuronales, algo que ocurre muy en menor medida y de diferente manera cuando utilizo cualquier tipo de tecnología audiovisual que lo que hace es "secuestrar" un aprendizaje real y profundo empobreciéndolo y simplificándolo a meras contingencias vacías y descontextualizadas.

2. Retomar el adultocentrismo educativo siendo la profesora la que dirige y manda en todo momento y no respetando ni los deseos, intereses ni motivaciones de los niños. Al niño se le dibuja desde un papel pasivo de aprendizaje donde no tiene peso ni sus intereses ni motivaciones internas. Aprender lo que la profe dice en lugar que lo que al niño interesa favorece la pérdida de la espontaneidad, curiosidad e imaginación tan rica en las edades preescolares y tan desaprovechadas y amputadas de manera tan precoz.

3. La falta de interés de aprovechar los recursos naturales y ecológicos que por su situación posee el centro, algo fundamental para el aprendizaje cotidiano y cultural de todo niño, no desde el libro, sino desde la sensopercepción y la experiencialidad directa con la cosa.

4. Los exiguos conocimientos en cuanto a lo que el desarrollo infantil implica, en cuanto a su autoconocimiento personal, su mundo relacional y social y las necesidades profundas que favorecen el crecimiento y el desarrollo en toda su dimensión.

5. La presunta implicación superficial con el proyecto porque "cómo el año que viene no estaré y vendrá otra..." lo que generalmente lleva a una dedicación superficial, una atención superficial y rentista, así como una cuantificación del aprendizaje, con una despreocupación por los aspectos más importantes del niño (que van más allá de contenidos, programaciones de aula, pecs, metodologías, procedimientos y demás).

6. El retorno al aprendizaje compartimentado, estanco, parcial, dejando de lado, o incluyéndolo pobremente el aprendizaje por proyectos. La falta de conocimientos, experiencias y voluntad demostrada en este ámbito nos lleva a pensar que es difícil que se llegue a desarrollar de una manera provechosa para los niños.

7. El no conocer el significado de lo que realmente significa "contexto de aprendizaje", donde si realmente fuera bien diseñado, solo con una mínima orientación del mediador/educador sería suficiente para facilitar cualquier aprendizaje. Es importante recordar que el niño aprende a pesar del profesor, y por tanto, no necesita ningún instructor que le diga a cada momento lo que puede y no puede hacer, o lo que tiene que hacer.

8. La pobreza en el desarrollo emocional que intuimos en nuestro hijo si continuara en el centro ya que si yo no se gestionarme bien, difícilmente podré enseñarle a nadie a hacerlo. Unas habilidades de asertividad, prosocialidad, respeto y escucha plena son fundamentales para el desarrollo de Todo Niño, algo que no observamos ni recibió el tiempo compartido. Muy educadamente se nos animó a buscar otros centros, en lugar de plantearse mínimamente seguir con la excelente y reconocida labor realizada por su antecesora (una maestra de las de antes, con M de Maestra), Alicia López Pardo. La incapacidad de gestión de crisis quedó patente..

En resumen, consideramos que en este centro no se iba a respetar ni los intereses, ni los deseos, ni el ritmo de desarrollo y de curiosidad por aprender de nuestro hijo, así como se fomentaría la extinción de toda capacidad creativa, la enseñanza cuantitativa e instruccional, con la consiguiente factura que le pasaría a su imaginación, y a su futura capacidad de aprender a aprender, y a disfrutar aprendiendo. Todo modelo que se construye desde el adulto para el adulto, tal y como está concebida la escuela de preescolar actualmente, no deja de ser una especie de adiestramiento de conductas... algo que no tiene que ver con Educar ni  Formar...

...y que dista mucho de tener relación con el desarrollo pleno de Todo Niño (algo que en la teoría a las instancias educativas se le llena la boca y que en la práctica no hace sino seres obedientes y sumisos que acatan y padecen las normas, órdenes y demás taras del profe de turno).

Quisiéramos, yo y mi mujer, dejar claro que no somos unos padres histéricos ni sobreprotectores, ni hippies, ni ninguna otra tontería... Simplemente sabemos y conocemos bien qué se debe hacer para respetar el ritmo educativo y de aprendizaje de un niño, tanto por haber trabajado varios años en centros educativos de referencia a nivel gallego como en práctica privada... y sabemos que se puede hacer, y así lo deseamos para nuestros hijos (y que nadie lo haga no quiera decir que no se pueda hacer... si hubiera ganas... y más conociemiento real...)

Y como hemos visto que no había ningún tipo de voluntad educativa de diseñar un proyecto educativo para y por los niños, en la linea que en estos años precedentes se venía haciendo, hemos decidido retirar a nuestro hijo del centro, y asi mismo justificarlo debidamente.

Estamos a su disposición para clarificar estos u otros temas con tiempo denso y en persona si quisieran ahondar en los motivos por los que hemos decidido retirar a nuestro hijo de su centro, que supongo tiene los días contados como tantos CRAs gallegos.

Atentamente,


Una mamá preocupada por la educación de sus hijos
Un papá idem de lienzo.